11 feb 2009

Mantenerse bien en invierno

En la mayor parte de España, soplan fríos vientos. Nieve, aguanieve, y granizo caen sobre tejados y pavimentos. Las calles están llenas de lodo. Los zapatos están mojados. Las ropas están frías y mojadas. Incluso en el Sur, el invierno es una estación radicalmente diferente. Definitivamente no es cálido.

En invierno, el sol está bajo en el cielo. La luz del sol se enfoca hacia abajo y trae mucho menos calor. El sol se pone alrededor de las 16:30, antes que en primavera y verano. Usted puede preguntarse cómo permanecer sano y bien en estas desafiantes condiciones atmosféricas. [1,2]

Usted sabe que el invierno se está acercando cuando los anuncios de la "ÉPOCA DE GRIPE" comienzan a cubrir las ondas, incluso en Andalucía y Valencia. Parece que todos los anuncios son sobre una medicina para el resfriado o un remedio para la gripe. Bien, como un viejo quiropráctico solía decir, "Cuando esto ande cerca, déjelo ir cerca de usted". En realidad, usted no tiene que estar enfermo también, solo porque todos los demás lo estén. La clave para tener una oportunidad de luchar para estar bien en el invierno es fortalecer su sistema inmune. Hay algunas simples maneras de hacer esto, pero es importante ser constante.

Beber suficiente agua cada día.
Para la mayoría de nosotros, esto es un propósito radical, pero es el consejo nutricional más importante que puede darse. Sin embargo, la mucha agua que usted bebe cada día, probablemente no es suficiente. Si usted no bebe suficiente agua, su ambiente interno es tóxico. Esto, por supuesto le hará un candidato para alojar gérmenes y virus poco amigables. Un buen patrón es de 6 a 8 vasos diarios. Si usted no bebe mucho ahora, empiece con 2 ó 3 vasos, y vaya aumentando a 6 u 8 vasos por día en las próximas 4 semanas.

Cada semana, asegúrese de comer todos los grupos de alimentos:
Granos integrales, frutas y vegetales, carnes y aves de corral, y productos lácteos. Si no es usted entusiasta de los lácteos, asegúrese de que su ingesta diaria de calcio es suficiente (1000 mg por día). Si no es un entusiasta de la carne y las aves de corral, asegúrese de que su dieta contiene proteínas completas, que contienen todos los aminoácidos necesarios.

Descanse suficiente.
Esto es evidente en sí mismo. No dormir suficiente (7 horas es una buena media) tenderá a debilitar su respuesta inmune.

Ejercítese por lo menos 30 minutos, cuatro o cinco veces por semana.[3]
Incluso el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EEUU recomiendan esta cantidad de ejercicio diario. El ejercicio hace que su cuerpo produzca endorfinas, que provocan una sensación de bienestar. Además, muchos estudios científicos revisados por los expertos han demostrado que el ejercicio refuerza la respuesta inmune. Las observaciones empíricas sugieren que aquellas personas que se ejercitan enferman mucho menos que aquellos que no lo hacen.

Finalmente, una nota de higiene personal.
Lave sus manos varias veces al día. En las ciudades grandes, el transporte público es una fuente abundante de gérmenes. Las barandillas, las puertas, y los asientos han sido tocados recientemente por muchos otros viajeros. Igualmente en el gimnasio, las pesas y las máquinas contienen residuos microscópicos del contacto humano reciente. Así pues, evite tocar su cara, ojos y labios con sus manos durante su estancia en el gimnasio y la duración de su viaje, y lave sus manos frecuentemente.

Visite a su quiropráctico.
El cuidado quiropráctico es uno de los mejores métodos de tratamiento capaces de mantener niveles óptimos de salud y bienestar. Visite a su quiropráctico regularmente y asegúrese de que ¡funciona en su punto más alto!

Referencias

1. McGeehin MA, Mirabelli M: The potential impacts of climate variability and change on temperature-related morbidity and mortality in the United States. Environ Health Perspect 109(Suppl 2):185-189, 2001

2. Molneddin R, et al: Seasonality of primary care utilization for respiratory diseases in Ontario: a time-series analysis. BMC Health Serv Res 28(8):160, 2008

3. Tucker P, et al: Preventing paediatric obesity; recommendations from a community-based qualitative investigation. Obes Rev 7(3):251-260, 2006

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